La Eucaristía: Preserva del Pecado
La Posición Católica
¶1393 La Santa Comunión nos separa del pecado. El cuerpo de Cristo que
recibimos en la Santa Comunión es “entregado por nosotros” y la
sangre que tomamos “derramada por muchos para perdón de pecado.”
Por eso la Eucaristía no puede unirnos a Cristo sin purificarnos al
mismo tiempo de los pecados cometidos y preservarnos de futuros
pecados; pues todas las veces que comemos este pan y bebemos esta
copa, la muerte del Señor anunciamos. Si anunciamos la muerte del
señor, anunciamos el perdón de pecados. Si cada vez que su sangre
es derramada, lo es para el perdón de los pecados, debo recibirle
siempre, para que siempre me perdone mis pecados. Yo que peco
siempre, debo tener siempre un remedio.
¶1395 Por la misma caridad que enciende en nosotros, la Eucaristía nos preserva
de futuros pecados mortales. Cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en
su amistad, tanto más difícil se nos hará romper con él por el
pecado mortal. La Eucaristía no está ordenada al perdón de los
pecados mortales. Esto es propio del sacramento de la Reconciliación.
Lo propio de la Eucaristía es ser el sacramento de los que están en
plena comunión con la Iglesia.
La Escritura Dice
1 Juan 1:7
7 …la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Apocalipsis 1:5
5 y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y
príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de
nuestros pecados con su propia sangre,
Comentario
- Mira a Jesús para tu salvación y no a un pedazo de pan.